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Cómo hacer que las cosas ocurran. Avanzar en tu negocio y la Regla de los 1.000 días

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Uno de los principales problemas que veo cuando alguien me pregunta como empezar un negocio, sea del tipo que sea es “como hacer que las cosas ocurran”, como hacer que avancen. 2013 04 21 20.41.59 225x300 Cómo hacer que las cosas ocurran. Avanzar en tu negocio y la Regla de los 1.000 días

La verdad es que a veces nuestro negocio no crece tan rápido como nos gustaría. Es difícil entonces encontrar la motivación para seguir trabajando porque no vemos recompensa inmediata por nuestros esfuerzos.

Quiero introducir aquí un concepto que me parece imprescindible para cualquier emprendedor:

La Regla de los 1.000 días

Te va a costar al menos 1,000 días llevar tu negocio al nivel que quieres. Al punto en el que puedes vivir de él y empezar a pensar en otras cosas (tal vez otros negocios).

Este concepto no es mío. Lo aprendí de Dan Andrews e Ian Schoen, de Lifestyle Business Podcast y TropicalMBA, dos emprendedores brillantes cuyo negocio (muebles y accesorios para mascotas y barras de bar portátiles) factura ya más de 1 millón de dólares al año y que comparten sus propias experiencias sin guardarse nada de nada.

La primera vez que lo escuché me resistí a la idea de tener que esperar casi 3 años para ver resultados consistentes en mi negocio, pero la realidad es que poco a poco tuve que asumir esta regla como algo cierto. En mi caso particular más o menos ha ido ocurriendo así y dudo mucho que sea por casualidad.

Dan Andrews divide estos 1.000 días en 4 fases más o menos:

Antes de los 1.000 días (el anhelo, el ansia)

Sientes que quieres hacer algo provechoso, que te ayude a llenar el vacío o la insatisfacción que sientes profesionalmente por la razón que sea. No te gusta tu trabajo, no te sientes valorado en él, no ves posibilidades de progresar, te encuentras anclado, etc.

En esta fase básicamente nadie cree en tí. Mucho menos tu familia y amigos, con los que intentas hacer equipo para empezar tu negocio.
A veces tú mismo te preguntas qué estás haciendo, si esto sirve para algo, si algún día llegarás a algún sitio.

Tal vez has empezado a escribir un blog e intentas hacer dinero con programas de afiliados pero nada remarcable.

Día 1 a 333 (La gran esperanza)

En esta fase das un paso adelante y decides dejar de intentar convencer a tus amigos y familia de que se puede ganar dinero a través de internet, para empezar a relacionarte con otros emprendedores. Gente que como tú lo está intentando todo y comparte la misma mentalidad.

Empiezas a hacer algún trabajo freelance o conseguir algo de dinero en pequeños negocios. Todo pan para hoy, hambre para mañana. Pero al menos empiezas a ver dinerillo, aunque sea escaso.

Muchos abandonan en este punto. Tú sigues adelante.

Así llegas a la tercera fase.

Dia 334 al 666 (¡ahora sí!)

Empiezas a tener clientes y bastante trabajo… tal vez demasiado. Tu familia y tus amigos no entienden muy bien a qué te dedicas. Saben que “trabajas en internet”, pero nada más.

Historia verídica: una amiga me dijo una vez “Es más fácil si cuando te pregunten a qué te dedicas simplemente respondes que eres traficante internacional de armas. La gente se quedará satisfecha y no perderás el tiempo explicando algo que al final pocos entienden”.
Le hice caso y me ahorré muchas conversaciones que no llevaban a nada. Quien tiene verdadero interés ahondará en tu ocupación real. El resto, pensará que eres gracioso (o no) y ya está.

En este punto todo se vuelve un poco una locura, la verdad.

- Estás hasta las orejas de trabajo y cuando contratas freelancers todo son incovenientes y problemas
- Gastas dinero en cosas que parecían útiles, pero han resultado una pérdida de recursos
- Te atacan los mil males cada vez que un posible acuerdo con un cliente no sale como esperabas o te dicen “valoraremos su propuesta”
- Un día te das cuenta de que te metiste en esto para tener más control sobre tu tiempo libre y, sin embargo, no haces más que trabajar

Día 664 a 1.000 (El sol empieza a brillar)

- Te vas centrando en resolver los problemas que realmente te hacen avanzar
- Te relacionas habitualmente con otros emprendedores, no con cualquiera, ya has ido seleccionando sin darte cuenta, aquellos con los que realmente tienes puntos de vista en común
- Sabes discernir que ideas tienen potencial real y cuales son una pérdida de tiempo manifiesta
- Te has dado cuenta de que invertir parte de las ganancias en crecer y optimizar tu negocio es clave. No todas las ganancias son beneficio y no todo lo que ganas pasa directamente a tu bolsillo.
- Empiezas a disponer de tu tiempo y puedes tomarte los días que antes no podías, pero siempre mantienes un ojo en tu correo electrónico “por si acaso”
- En definitiva, el caos empieza a parecerse bastante a lo que habías soñado para tí casi 1.000 días atrás

¿Qué ocurre tras el día 1.000?

Bueno, el objetivo tras el día 1.000 es hacerte desaparecer de tu propio negocio.
Es decir, modelar tu negocio de manera que este pueda seguir funcionando sin tí. Tú eres el dueño, no un trabajador de tu propia empresa como hasta ahora.

Para ello:

- Tendrás una persona que controle el negocio por tí y te mantenga al día de lo imprescindible (idealmente un Project Manager)
- Habrás sistematizado y automatizado todos los procesos (que por supuesto constarán por escrito detalladamente)
- Puedes dedicarte plenamente a la parte creativa del negocio para seguir creciendo o incluso crear otros negocios
- Tienes las finanzas bajo control 100% y sobre todo el cash flow (el flujo de caja)

Eres el dueño de tu vida. Ha sido un proceso largo y duro en el que a veces no se veía la luz al final del túnel. Has fracasado muchas veces, pero siempre te has levantado y has aprendido de los errores cometidos.

Nadie muere por caerse al agua y hundirse. Uno muere cuando no saca la cabeza para tomar aire.

La regla de los 1.000 días está clara, pero…

¿Cómo hacer que las cosas avancen durante ese largo peregrinar por el desierto?

1. Define EL OBJETIVO. ¿Qué es lo que quieres conseguir? ¿Qué objetivo específico quieres alcanzar?

2. Identifica LOS PASOS. ¿Qué pasos son necesarios para acercarte a ese objetivo? Detallalos.

3. Hazlo en MODO PILOTO AUTOMÁTICO. Cuando dejas de pensar demasiado en las cosas y te centras en hacer, hacer y hacer, es cuando empiezas a ver resultados.
El exceso de análisis y querer tenerlo todo bajo control nos frena.

Todo esto irónicamente simple, pero la mayoría de la gente complica el proceso de forma innecesaria.
Una vez que has tomado la decisión y has trazado el camino, pensar te aleja de tu objetivo, mientras que hacer te acerca al mismo y te convierte en imparable.


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